No puedo pretender lo de los nobles poetas que describen lo que ven con grandes versos y rimas, con grandes palabras y olores. Ha de ser el movimiento sacádico por el verde arbóreo de una calle inundada por cemento, justo a el mural de la memoria de otro muerto más por pensar diferente, compañero y colega, o justo en su largo y negro cabello, profunda inundación ingenua de preguntas. Justo en el alma mater de mi profesión, justo en el negro vestir y el recuerdo agradecido de su mensaje-abrazo desde el extranjero.
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